Desde las primeras prospecciones efectuadas ya al 1994, se ha podido determinar como varía la frecuencia de las desviaciones. La tendencia es el de una función exponencial asimptótica hasta un valor residual de riesgo, pero que nunca es cero.
El valor del agravio más frecuente producido por las desviaciones en el decurso de los nueve años de actividad se sitúa alrededor de los 40.000 €, siendo el valor máximo logrado seis golpes superior a la media mientras el valor mínimo ha estado de 1.000 €.